vendredi 10 janvier 2014

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mardi 12 novembre 2013

Guardan minuto de silencio por Guillermo Tovar y de Teresa
EL UNIVERSAL/MÉXICO, D.F. / Publicada el 11/11/2013

Jacobo Zabludovsky y Rafael Tovar y de Teresa durante la primera guardia a Guillermo Tovar y de Teresa. Foto: El Universal
 
 
Durante la inauguración de Coloquio Internacional de Voces, guardan un minuto de silencio por la memoria del historiador y cronista de la Ciudad de México, Guillermo Tovar y de Teresa, quien falleció el domingo a los 57 años de edad, debido a una hemorragia interna.

La directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), María Teresa Franco, luego de solicitar ese minuto de silencio destacó que Guillermo Tovar “fue un ser extraordinario, irrepetible, genial de muchos modos, quien a los 11 años de edad fue designado cronista de la Ciudad de México”.

Guillermo Tovar y de Teresa fue un gran historiador, un enorme promotor de la cultura y ciertamente un defensor del patrimonio cultural de México y de Iberoamérica, ligado indefectiblemente al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), expresó Franco, durante la inauguración del Coloquio Internacional Voces y raíces de la identidad 10 años de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial: Avances y perspectivas.

Franco recordó que los inicios de Guillermo Tovar y de Teresa en el INAH se remontan a 1967 cuando fue invitado a colaborar por el historiador Jorge Gurría Lacroix y se desempeñó al lado de investigadores como Antonio Pompa y Pompa, Xavier Moyssén y Constantino Reyes-Valerio.

Citó que de la pluma de Guillermo Tovar salieron innumerables libros, entre ellos “La ciudad de los palacios: crónica de un patrimonio perdido”, “Pintura y escultura del Renacimiento en México” y diversas historias sobre la capital mexicana.

Expresó que “lo que se debe recordar del historiador fue la pasión enorme con la que se desempeñó toda su vida y su combate señero por el patrimonio cultural, quizá se centró más en el mundo novohispano, pero sabía del mundo prehispánico del país y daba un peso enorme al patrimonio intangible de México”.

Franco recordó con cariño cómo Guillermo Tovar era un virtuoso al silbar, “conocía la música popular iberoamericana, primero se documentaba acerca de ella y después la hacía muy divertida. Lo quise mucho y además de darle un sentido pésame a sus hermanos y en especial a Rafael Tovar, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), quisiera revivir sus combates por el patrimonio cultural de México”.

Guillermo Tovar y de Teresa creció en la ciudad de México, en una casa ubicada en la calle de Jalapa, de la colonia Roma. Comenzó a leer a los cinco años, antes de entrar a la escuela, y contaba que de niño, asistía a las tertulias que se realizaban en casa de Ernesto de la Peña, donde se conocieron sus padres; ahí se leía a los autores clásicos grecolatinos y pudo convivir con personajes como Luis Barragán, Mathias Goeritz y Chucho Reyes.

Desde temprana edad accedió a las lecturas de personajes destacados de la vida cultural del país, como Lucas Alamán, Vicente Riva Palacio y Justo Sierra. “Un niño con alma secular sintió la gravitación de toda la historia derruida y se propuso retenerla”, escribió Enrique Krauze.

A los 13 años conoció al escritor Octavio Paz, con quien compartiría su fascinación por Pegaso, el caballo alado. “La suya es una contribución esencial a la historia de las ideas que han formado a nuestra cultura y a nuestra nación”, comentó el Premio Nobel de Literatura sobre la obra del acucioso investigador.

En 1985 fue nombrado oficialmente cronista de la capital, pero en 1987 propuso la creación del Consejo de la Crónica de la Ciudad de México, donde invitó a personajes como Octavio Paz, Rufino Tamayo y José Luis Martínez, entre otros.

En septiembre pasado, impulsó la formación de un grupo ciudadano para defender la escultura ecuestre de Carlos IV, obra de Manuel Tolsá, conocida como “El caballito”, afectada por la polémica restauración de un grupo de trabajadores contratados por el Fideicomiso del Centro Histórico. De este modo, confirmaba una vez más su vocación inquebrantable en defensa del patrimonio cultural de los mexicanos.

Guillermo Tovar y de Teresa murió el domingo 10 de octubre en la Ciudad de México a los 57 años de edad, debido a una hemorragia interna, informó su hermano mayor Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta. 
Guillermo Tovar de Teresa
Germaine Gómez Haro
I
nmersa en el shock que me ha provocado su repentina partida, con un profundo dolor dedico estas líneas a mi querido amigo el historiador Guillermo Tovar de Teresa, notable personaje –por usar un término muy suyo– posiblemente la figura más notable que he conocido. Tengo fresca en la memoria su expresión de júbilo hace apenas dos meses cuando se presentó en la Casa Lamm el libro de Xavier Guzmán Urbiola titulado Guillermo Tovar de Teresa: bosquejo bibliográfico que da cuenta de la portentosa trayectoria intelectual de este historiador que deja a nuestro país un invaluable legado, a la par de un hueco insustituible. Dos salones no fueron suficientes para recibir a los numerosos admiradores y amigos que acudieron a la presentación que estuvo a cargo de la historiadora Josefina Zoraida Vázquez, el doctor Juan Ramón de la Fuente, el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón, y el autor del libro. Las brillantes participaciones de cada uno de ellos dejaron bien asentada la importancia del monumental trabajo de investigación, difusión, conservación y defensa del patrimonio artístico de nuestro país que Tovar llevó a cabo con dedicación y devoción.
Frecuenté a Guillermo de niños en casa de su abuelo Guillermo de Teresa y Teresa en la calle de Jalapa, donde iba invitada de su prima Mónica. Aunque éramos casi de la misma edad, Guille –como lo llamaba la familia– no jugaba con nosotras. Ni nos volteaba a ver, claro está que le aburríamos. Por ahí se le escuchaba silbar con asombrosa destreza a Mozart, Bach y muchos otros clásicos. Desde pequeño fue un ilustre caballero que siempre supo alternar la solemnidad de sus formas con un exquisito sentido del humor. Su vida transcurría entre los libros de la biblioteca del abuelo quien, junto con el tío Ignacio de Teresa y su padre, el doctor Rafael Tovar y Villa Gordoa, fueron las figuras tutelares que lo iniciaron en la lectura y le inculcaron el amor al arte. Con la gracia que lo caracterizaba, solía contar que su abuelo le había enseñado a leer en las páginas del periódico, sentado en la bacinica. Odiaba ir a la escuela porque se aburría, seguramente sabía mucho más que sus maestros. Su inconmensurable cultura no se gestó en ninguna aula, sino en los libros que devoró con una curiosidad insaciable y en la relación amistosa e intelectual que desde muy temprana edad sostuvo con los eruditos más importantes de este país como Francisco de la Maza, Luis González y González, Felipe Teixidor, Elías Trabulse, Silvio Zavala, Octavio Paz, Juan José Arreola, Fernando Benítez, José Iturriaga, entre muchos otros. Lo cierto es que Guillermo fue un niño prodigio y a los siete años recibió de manos del presidente Adolfo López Mateos una medalla en reconocimiento a su dedicación al estudio de la historia y el arte mexicanos. Cinco años más tarde fue nombrado asesor del presidente Gustavo Díaz Ordaz para asuntos del arte colonial. A los 16 años termina su primera investigación formal sobre la historia de Tacubaya que se publicará unos años después bajo el título de Noticias históricas de la Delegación Miguel Hidalgo. Le siguieron más de 40 publicaciones fundamentales e infinidad de artículos en el campo de la historia y el arte del virreinato.
En 1986 fue nombrado Cronista de la ciudad de México y discurrió fundar el Consejo de la Crónica integrado por un grupo colegiado con el fin de unir esfuerzos en la compleja tarea de conservar, difundir y defender el patrimonio artístico de nuestra ciudad. Pero su campo de estudio y de interés no se limitó al periodo colonial, en el que destacó por sus invaluables aportaciones. Tovar fue un sabio en toda la amplitud del término, poseedor de una extensa cultura universal. Entre sus pasiones estaban la música, la filosofía, el cine, la literatura y la fotografía. Bibliófilo incansable, además de conformar una de las bibliotecas privadas de historia y de arte más importantes en nuestro país, en los últimos tiempos se dedicó a reunir las primeras ediciones de los más relevantes escritores mexicanos del siglo XX y había conformado un alucinante acervo de fotografía mexicana que estaba en proceso de investigación.
Pasados los años tuve la inmensa fortuna de tejer una entrañable amistad con Guillermo, fincada en nuestro amor por el arte mexicano que generó una serie de aventuras culturales, entre ellas la fundación de la Casa Lamm, de cuyo proyecto fue asesor desde sus inicios. A él se debe también la creación de la Librería Pegaso ubicada en este centro cultural, bautizada con ese nombre a partir de su libro Pegaso o el mundo del barroco novohispano en el siglo XVII. Tuve el privilegio de disfrutar de su extraordinario don de conversador lúcido, cálido, ameno, divertido, siempre rebosante de ideas y proyectos propositivos. A lo largo de todos estos años fui testigo de su inmensa generosidad como donador de libros y documentos a numerosas bibliotecas de museos e instituciones públicas. Aguerrido, valiente, obstinado, poseedor de una autoridad moral e intelectual intachables, Guillermo Tovar pasa a la historia como uno de los personajes más trascendentes de nuestro país en las últimas cinco décadas. Su fallecimiento a los 57 años de edad y con un caudal de proyectos e investigaciones en curso, es una pérdida irreparable para la nación. Sus numerosos amigos y admiradores lo vamos a echar mucho de menos. Con honda tristeza lo despido con esta copla gitana: Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va, y va dejando una huella que no se puede borrar.
Los responsables del CNCA y el INAH anuncian un homenaje al historiador
Preservarán la colección de arte de Guillermo Tovar de Teresa
Emilio Chuayffet, titular de la Secretaría de Educación Pública, y Rafael Tovar evitarán que se disperse
El cronista digitalizaba buena parte de su trabajo, labor a la cual se dará continuidad
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Fernando y Rafael Tovar, hermanos de Guillermo Tovar de Teresa, montan guardia ante el féretro del cronista; al fondo, el periodista Jacobo ZabludovskyFoto María Luisa Severiano
Carlos Paul
 
Periódico La Jornada
Martes 12 de noviembre de 2013, p. 4
En los próximos días se rendirá un homenaje al historiador y cronista Guillermo Tovar de Teresa (1956-2013), quien falleció el pasado domingo, anunciaron los titulares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Rafael Tovar y de Teresa y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Teresa Franco.
“Nosotros, como familia, respetaremos los deseos y la voluntad para el destino de su extraordinaria colección de arte que reunió durante su vida sobre los temas más diversos.
Estaríamos muy satisfechos, si hubiera algún indicio de donación, expresó Rafael Tovar, hermano de Guillermo.
Durante el sepelio que se realizó la mañana de este lunes en el Panteón Francés, el historiador Enrique Florescano comentó a La Jornada, que Rafael Tovar es el legatario de esa colección y el secretario de Educación Pública (SEP, Emilio Chuayffet) el aval; de modo que ese tesoro que reunió Guillermo, caminando por todo el mundo, comprando aquí y allá, igual dentro del país, va a quedar integrado. Ese gran legado, añadió Florescano, es aparte de lo que nos deja con su obra de investigación.
El titular de la SEP reconoció que Rafael Tovar, como él, están comprometidos en conservar esa colección. Tendremos que evitar que se disperse y tendremos que hacerlo al servicio de México. Además, la secretaría piensa hacer una edición especial como homenaje.
Gran innovador y coleccionista
Florescano lamentó el deceso de Guillermo Tovar de Teresa. “Es una desgracia por lo sorpresivo, él estaba en un momento culminante, en la madurez de su carrera. Fue uno de los historiadores fuera de la academia, de los grandes innovadores de la creatividad histórica.
Además de ser un erudito, era un hombre conectado con todas las corrientes de investigación histórica en el mundo. Mucho de eso lo trajo a México, incorporándolo a sus libros. A todas sus virtudes, se suma la de ser un gran coleccionista. Él conformó colecciones de arte extraordinarias. Su casa es una especie de museo.
Varios personajes acudieron al sepelio, entre ellos el empresario Carlos Slim y montaron guardias de honor Emilio Chuayffet; Teresa Franco, y María Cristina García Cepeda, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes.
También se encontraban colegas y amigos, entre ellos el periodista Jacobo Zabludovsky, Enrique Florescano, José Luis Martínez, Horacio Franco, Jorge Volpi, Verónica Volkow, Rafael Barajas, El Fisgón, Sergio Raúl Arroyo, Guadalupe Loaeza y Carmen Gaitán.
Estas son algunas de las opiniones recogidas en el funeral:
Jacobo Zabludovsky: Guillermo Tovar fue una figura clave en el rescate del Centro Histórico, como parte del Consejo Consultivo. Su pérdida es muy dolorosa. Fue un maestro para mí y nos va a hacer mucha falta. Era un personaje raro, como una figura sacada del Renacimiento, porque su sabiduría abarcaba muchas ramas. Ahora, al morir decían que tenía 57 años, yo digo que tenía 100, culturalmente hablando. Era un hombre del que se podía aprender todos los días, de una manera alegre y generosa, sin soberbia. Trabajó siempre con honestidad y modestia”.
José Luis Martínez: Guillermo no sólo fue un erudito, sino que también tenía un alma sensible que se dedicó a defender el patrimonio de México. Eso, con sus libros, es lo más valioso que tiene. Mi padre, José Luis Martínez y él mantuvieron una estrecha amistad, ambos como cronistas de las ciudad de México”.
Eduardo Lizalde: Su muerte demasiado temprana, la lamentamos muchísimo. Fuimos amigos muy cercanos y lo admiré todo el tiempo; fue un conocedor del mundo y del arte mexicano, defensor de la arquitectura y los valores de la ciudad. Es una pérdida muy dolorosa para la cultura entera. Fue un hombre dotado, inteligente, generoso y culto, de una sensibilidad impresionarte, lector formidable y gran coleccionista.
Teresa Franco: La pérdida de Guillermo Tovar es irreparable. Su sensibilidad era enorme y sorprendente. Era una mente brillante, por la complejidad de los conceptos que podía manejar y a la vez por la facilidad de vincularse con cosas muy sencillas. Quienes lo hayan tratado saben que tenía una enorme veta humorística. Guillermo no construía frases, sintetizaba pensamientos con una gran estética. Como titular del INAH le haremos un homenaje lo más pronto posible y posteriormente realizaremos una serie de mesas temáticas.
El Fisgón: Era experto no solamente en el arte y arquitectura novohispana del siglo XIX, últimamente documentaba el siglo XX. Es autor de alguno de los ensayos más importantes que se han escrito en los pasado 30 años. Pienso que todavía no se aquilatan sus aportaciones a la cultura mexicana.
Rafael Tovar: Nuestro padre nos llevaba a visitar los conventos coloniales de todo el país; desde los ocho años Guillermo ya conocía los principios básicos del arte colonial. Él deja varias contribuciones: primero, una obra de 40 libros, principalmente sobre arte virreinal y su entrega en defensa del patrimonio cultural de nuestro país. Su imprevisto fallecimiento representa la pérdida de una enorme y entrañable figura de la cultura”.
Guillermo Tovar realizaba la digitalización de buena parte de su trabajo, labor a la que se dará continuidad.
Por otra parte, se revisarán sus archivos para rescatar lo que haya dejado pendiente de publicar. Sabemos que tenía algunos proyectos, pero habría que revisar, señaló Rafael Tovar.
El cuerpo de Guillermo Tovar no fue incinerado, sino inhumado en la cripta familiar donde también se encuentra su abuelo materno, don Guillermo de Teresa y Teresa, y su padre, el doctor Rafael Tovar y Villa Gordoa en el Panteón Francés.

lundi 11 novembre 2013

Un archivo viviente, un hombre generoso
La pérdida es enorme, coinciden intelectuales
Era un Monsiváis de la aristocracia
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La restauradora Lucía Ruanova y Guillermo Tovar defendieron la integridad de la estatua de El caballito, que en palabras de la experta se trabajó como si se tratara de la limpieza de una estufaFoto Pascual Borzelli
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Guillermo Tovar de TeresaFoto José Carlo González, archivo
Ana Mónica Rodríguez, Merry MacMasters y Carlos Paul
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de noviembre de 2013, p. 9
Un apasionado de la historia colonial de México, investigador precoz, defensor del patrimonio nacional y de la comida mexicana fueron algunas de las facetas del historiador Guillermo Tovar de Teresa quien falleció este domingo.
Así fue recordado el cronista de la ciudad de México por diversos intelectuales, amigos y colegas quienes recibieron con sorpresa y profundo dolor la noticia.
Estas son las opiniones que compartieron sobre El Niño Tovar, como lo llamaban con afecto. Se trata, coincidieron, de una pérdida enorme e insustituible.
Iván Restrepo, investigador
“El Niño Tovar, término con el que nos referíamos a él sus amigos, siempre se distinguió por su lucidez y frescura. Con pasión investigó aspectos poco conocidos del arte de Mexico. Defensor del Centro Histórico, pugnó por que no dejara de ser la célula viva del quehacer social, cultural y económico de la ciudad. Debemos recordarlo también como un conocedor y defensor de la comida mexicana.”
Elena Poniatowska, periodista y escritora
“Fue íntimo amigo de Fernando Benítez, quien lo admiraba mucho y lo llamaba El Niño. Va a hacer mucha falta porque era un hombre de una gran sabiduría y erudición. Era de las personas que más sabían de la época colonial, sino el que más.”
Eduardo Matos Moctezuma, arqueólogo
Guillermo Tovar de Teresa es uno de los grandes estudiosos del mundo colonial de México y a él se deben muchos libros en los que trata esos aspectos. Una vertiente interesante que tenía también era la defensa que siempre hizo de edificios, esculturas, etcétera, sobre todo de esa época que le apasionaba. En realidad, creo que es una pérdida enorme para el conocimiento. Además, recordemos que fue un investigador precoz, porque desde muy joven se dedicó al estudio de archivos y documentos. También a Tovar se deben diversos trabajos que en su momento fueron reconocidos, y lo siguen siendo, como parte de la historia del México antiguo.
Teresa del Conde, crítica de arte
“Guillermo Tovar de Teresa es un historiador de primera. El fue el coordinador y autor de una obra de consulta sine qua non para todo aquel que se dedica a la historia del arte, que es el Diccionario de Artistas del Siglo XX. Además, estaba preparando una edición más actualizada porque dicho diccionario comienza con los artistas nacidos antes de 1955. Era muy generoso para contestar cualquier pregunta. Es una especie de Carlos Monsiváis de la aristocracia. Fue todo un sabio. Cuando yo era joven, y él más, Guillermo ya era un sabio citado por especialistas de gran nivel y de diferentes organismos. Su muerte es un hecho trágico y lamentable. Tenía conocimiento de la vida cultural de nuestro país. Es uno de los principales cronistas junto con Monsiváis. Una cosa que se conoce poco es que en cierto momento fue considerado como posible director del Instituto de Investigaciones Estéticas, porque también tenía un alto nivel académico. Era un hombre muy ameno y generoso. Uno de los personajes más incisivos como historiador, cronista y promotor cultural.”
Andrés Blaisten, coleccionista de arte
“Primero es mi gran amigo antes que nada. Lo lamento y estoy en shock por su pérdida tan inesperada. Para México es una persona insustituible. Su sabiduría, sus conocimientos, era maestro de muchas personas, aprendíamos de él constantemente y nos dio lecciones de conservar el patrimonio como nadie. Era un amante del patrimonio histórico como no he conocido a nadie. Estábamos de acuerdo en muchas cosas, pensábamos muy parecido, pero no trabajamos en algún proyecto en conjunto.”
Emmanuel Carballo, escritor y ensayista
“Su muerte es una noticia terrible. El es una de las personas más cultas de nuestro país, en pintura, literatura, historia y en otras tantas disciplinas. Dejó obras fundamentales, una biblioteca notable. En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara íbamos juntos a presentar Párrafos de un libro que no publicaré nunca, el cual estaba dedicado a Guillermo. Aprendí mucho de él. Estoy muy consternado por lo inesperado de su fallecimiento. Es una pérdida enorme para el país, pues es un tipo de mexicano que está desapareciendo, un hombre que empezó a dar muestras de su talento a los nueve años. México perdió uno de sus mejores hombres este día.”
Lucía Ruanova, restauradora
“Tuvimos el enorme privilegio de trabajar recientemente muy de cerca con Guillermo Tovar de Teresa, en el grupo de defensa de El caballito, en los dos meses pasados todos los días y noches, compartiendo sus impresiones y su extraordinario conocimiento. Tenemos documentos extraordinarios que buscó, imprimió y compartió, los cuales sacó de entre sus tesoros. Lleva muchos años defendiendo nuestro patrimonio nacional. Se sentía muy feliz de saber que esta vez estábamos logrando el cometido que él solo (en varias ocasiones lo comentó) no había logrado. Nosotros estamos muy orgullosos porque vamos a seguir con su labor, con sus sueños y con sus objetivos. Era un hombre muy culto, un erudito, aunque él aborrecía que le dijeran erudito o maestro. A él le gustaba que le dijeran Guillermo Tovar de Teresa, nada más. Era un hombre muy sencillo, de costumbres simples, pero con una enorme capacidad. No tenía límites, podía atender a todas las personas que llegaban a su puerta. Se regaló a todos de una manera extraordinaria. Por eso tuvo una buena muerte. Es un hombre único, que luchó por el patrimonio de nuestro país como nadie. Un guerrero que no se detenía ante nada.”
Rafael Barajas El Fisgón, monero
Apenas ayer (sábado) hablé poco más de dos horas con Guillermo en la tarde, colgué a las ocho, él me contó que había tenido un incidente, que se había caído de la cama y pegado con una lata en la costilla. Guillermo aún no ocupa el lugar que debería en el escenario cultural de México, es uno de los grandes historiadores y ensayistas que hemos tenido. Ha sido el gran experto en arte virreinal. Era tan erudito que hace poco en la biblioteca Lerdo de Tejada dejó a todos sorprendidos cuando pudo saber los títulos de varios libros novohispanos por sólo el peso de los volúmenes. Era una mente muy inquieta y brillante, obviamente fue un niño prodigio. No tenía 10 años cuando ya era asesor de la presidencia en arte colonial. Y seguía produciendo mucho. Era un bibliófilo extraordinario. Habíamos hablado, pero nunca lo concretamos, de hacer una historia en caricatura de La Colonia. Lo habíamos platicado en serio, incluso, me mandó un texto.
Lucía García Noriega, secretaria de Cultura del GDF
Era el cronista de la ciudad pero, sobre todo, era un queridísimo amigo. Para mí la muerte de Guillermo es una pérdida porque era realmente sabio, una pérdida tremenda como cronista de la ciudad, de sus archivos, de sus vigilancias, de todo lo que amó en la vida que eran la música y el arte. La pérdida para todas las artes es enorme, porque no se va a encontrar otro archivo viviente como él.

mardi 8 octobre 2013

Remedios Varo: a medio siglo
Teresa del Conde
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Remedios Varo (1908-1963). Hace 50 años, un 8 de octubre, falleció la pintoraFoto Archivo
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n martes como hoy, hace 50 años, murió Remedios Varo. El trabajo biográfico más completo que se le ha dedicado a la pintora nacida en Gerona, en 1908, corresponde a Janet Kaplan y necesitaría una redición por parte de la misma autora.
Egresada de Columbia University y con apoyos de varias instituciones, Kaplan realizó una investigación que le tomó ocho años. Su libro publicado por Abbeville Press, se titula Unexpected Jorurneys. The Art and Life of Remedios Varo.
Entrevistó a un sinnúmero de personas, vio prácticamente toda la obra localizada hasta 1988, leyó lo más que pudo y, sobre todo, Janet Kaplan tuvo acceso de primera mano al archivo de Walter Gruen.
La única falla relevante que le encuentro a su libro es que la reproducción de las fotografías que le fueron tomadas a Remedios, es decir, las reproducidas en el volumen, por desgracia, adolecen de pies de foto que arrojen datos siquiera mínimos, además de que hay una equivocada en cuanto a su montaje.
No es verdad que Kaplan avale la hipótesis de un posible suicidio de Remedios Varo, cosa que llegó a pensarse, debido a lo imprevisto de la noticia y a lo bien conservada y jovial que lucía la pintora.
Con todo y su nariz algo larga y con caballete (o incluso por eso), Remedios era muy bien parecida. Haciendo gala de inteligente y acentuado sentido del humor ese rasgo le inspiró la confección del cuadro titulado Visita al cirujano plástico, en el que aparece una figura a la puerta de una construcción gotizante con la nariz cubierta por un ligero velo que no la oculta, sino que le sirve de tendedero. En el escaparate hay un anuncio: una mujer ostenta tres hileras de senos de arriba abajo, perfectamente modelados.
En los años 50, se hizo retratar ante Gerard, un peluquero ficticio que puede embellecerla personalizado por su ex marido Gerardo Lizárraga, quien –como se sabe, al igual que Esteban Francés, se trasladó a México y no sólo eso–, Lizárraga vivió en la discreta ex vivienda de Remedios hasta que falleció, mucho después de la muerte de ella, quien supo conservar como amigos a quienes fueron sus cónyuges o amantes.
Al parecer la única excepción al respecto (hasta donde he podido enterarme) fue Benjamin Péret, su pareja desde Cataluña, con quien después de la etapa parisina y luego en Marsella, llegó a México con ella a fines de 1941. Compartieron vida hasta el regreso del poeta a Francia en 1947, si bien ya por entonces Remedios Varo estaba vinculada amorosamente con el piloto Jean Nicolle, quien en contraste con Péret, fue feliz en el exilio mexicano y era charming, como observó Kati Horna, a quien se deben las que quizá sean las más atractivas y sugerentes imágenes fotográficas que tenemos de la artista.
Hermosa, pero no en el sentido en que lo fue su íntima amiga Leonora Carrington, Remedios Varo tenía una figura perfecta, cintura muy estrecha, de avispa se decía, esbelta sin ser flaca, medía 1.56 metros según su pasaporte y era dueña de una espléndida cabellera castaña de matiz rojizo.
En una ocasión se platinó el pelo a la Mae West (existe fotografía), pero se dio cuenta de que eso no le iba bien, tal vez la hacía lucir demasiado pálida, sin contraste. Como quiera que sea, fue consciente de su apostura, conocía los elementos que enaltecían su físico, sabía coser, se vestía de maravilla y las fotos en las que aparece emergiendo de un doble petate o respaldada en uno, dan cuenta casi de un montaje que quizá ella misma urdió.
Con todo y lo que anoto, Remedios luciendo y luciéndose, temerosa de envejecer, su salud era endeble a pesar de que su médico la encontró bien durante la postrer visita que ella le hizo poco antes de esa infausta tarde.
Según historiales clínicos padecía afecciones gástricas y experimentaba fatiga. Cosa hasta cierto punto normal, pues según Janet Kaplan bebía café casi todo el día y llegaba a consumir más de dos o hasta tres paquetes de cigarrillos, de modo que un infarto pudo haber irrumpido esa tarde en que Roger Cossio y su esposa Carmina Díaz acudieron a la colonia Roma a comer con Walter Gruen y Remedios Varo, puesto que habían adquirido esa pintura tan inteligente y perceptiva titulada Los amantes, e iban a retirarla.
Se trata de los dos espejos idénticos, reflejándose entre sí. Después de una comida temprana a la europea, en la que se brindó moderadamente con cognac, el grupo se disolvió y al poco rato la asistenta doméstica, muy angustiada, cruzó la calle, ingresó a Margolín y le espetó aWalter que la señora estaba muy mal.
Walter se dio cuenta del infarto (tenía estudios médicos) y mientras buscaba ambulancia, medicamentos y ayuda probablemente sobrevino un segundo infarto masivo y ya no hubo nada que hacer.
Remedios Varo, quien siempre tuvo aversión a envejecer, fue sepultada en el Panteón Jardín de esta ciudad. Su primer exposición-homenaje póstumo, tuvo lugar al año siguiente.
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lundi 23 septembre 2013

Immigration et sociologie : l 'historien sociologue Serge GRUNZINSKI, auteur de "La pensée métisse", expose son analyse du brassage des cultures qui commence avec la colonisation du nouveau monde, mouvement aussi destructif que créatif pour les populations autochtones. Sur le plan culturel, le colonialisme et le christianisme eurent, d'après son analyse, un effet destructeur sur l'art précolombien mais apportèrent en contrepartie des avancées dans le domaine de la médecine notamment. Dans une société moderne, le mélange des cultures est selon lui inévitable et contribue à la modifier sans arrêt sans qu'aucune barrière soit efficace.

Frida Kahlo Writes a Personal Letter to Georgia O’Keeffe After O’Keeffe’s Nervous Breakdown (1933)


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Important twentieth-century painters, as every student of art history learns, didn’t tend to sail smoothly through existence. Those even a little interested in famed Mexican self-portraitist Frida Kahlo have heard much about the travails both romantic and physical she endured in her short life. But in this lesser-known instance, another artist suffered, and Kahlo offered the solace. Available to view from Yale’s Beinecke Rare Book & Manuscript Library, we have here a letter Kahlo sent to Georgia O’Keeffe, painter of blossoms and southwest American landscapes (and more besides), on March 1st, 1933. At that time, O’Keeffe, who the year before had struggled and failed to complete a mural project for Radio City Music Hall on time, lived through the aftermath of a nervous breakdown which had hospitalized her (diagnosis: “psychoneurosis”), sent her to no less remote a locale than Bermuda to recuperate, and prevented her from painting again until 1934.
Kahlo’s letter, sent from Detroit where her muralist husband Diego Riverahad taken a commission for 27 frescoes at the Institute of the Arts, runs as follows:
Georgia,
Was wonderful to hear your voice again. Every day since I called you and many times before months ago I wanted to write you a letter. I wrote you many, but every one seemed more stupid and empty and I torn them up. I can’t write in English all that I would like to tell, especially to you. I am sending this one because I promised it to you. I felt terrible when Sybil Brown told me that you were sick but I still don’t know what is the matter with you. Please Georgia dear if you can’t write, askStieglitz to do it for you and let me know how are you feeling will you ? I’ll be in Detroit two more weeks. I would like to tell you every thing that happened to me since the last time we saw each other, but most of them are sad and you mustn’t know sad things now. After all I shouldn’t complain because I have been happy in many ways though. Diego is good to me, and you can’t imagine how happy he has been working on the frescoes here. I have been painting a little too and that helped. I thought of you a lot and never forget your wonderful hands and the color of your eyes. I will see you soon. I am sure that in New York I will be much happier. If you still in the hospital when I come back I will bring you flowers, but it is so difficult to find the ones I would like for you. I would be so happy if you could write me even two words. I like you very much Georgia.
Frieda
“Clearly Kahlo hoped for a deeper friendship, or perhaps more, with O’Keeffe, when she and Diego went to New York a few weeks later,” writes Sharyn Rohlfsen Udall in Carr, O’Keeffe, Kahlo: Places of Their Own. “From there, she wrote to a friend on 11 April (by which time O’Keeffe had gone to Bermuda to convalesce) that because of O’Keeffe’s illness there had been no lovemaking between them that time. A boastful exaggeration of their closeness? Knowing Kahlo’s predilection for sexual hyperbole, this seems likely.”

mardi 10 septembre 2013

Hallan pruebas de que mayas descuartizaban a prisioneros y rivales

Científicos de la Universidad de Bonn descubrieron en Uxul, México, una fosa común de mil 400 años y encontraron huellas en los huesos que corroboran tales prácticas.
Dpa 
Publicado: 10/09/2013 10:30
Bonn. Científicos de la Universidad de Bonn hallaron pruebas en excavaciones de que los mayas descuartizaban a prisioneros de guerra y rivales tal y como está representado en expresiones artísticas de este pueblo originario de Centroamérica, comunicó hoy la universidad alemana.
Los investigadores descubrieron una fosa común de  mil 400 años en la antigua ciudad maya de Uxul, en México, y encontraron huellas en los huesos que corroboran estas prácticas.
Los arqueólogos bajo la dirección de Nikolai Grube trabajan desde hace cinco años en excavaciones en Uxul para estudiar el surgimiento y ocaso de los estados regionales en las tierras bajas mayas.
En una poza que los antiguos mayas usaban como depósito funerario fueron hallados los esqueletos de 24 personas pero no en su forma anatómica primigenia, explicó Nicolaus Seefeld.
El arqueólogo Seefeld estudió el sofisticado sistema de suministro de agua de Uxul, donde halló la fosa común. Los cráneos no estaban unidos al resto del cuerpo y la mayoría de las mandíbulas habían sido separadas de los cráneos, lo que permite deducir que los cadáveres fueron decapitados y descuartizados, dijo.
Debido a la protección recibida por la capa de arcilla debajo de la cual pudieron ser identificados la edad y el sexo de los individuos. Se trataba de 13 hombres y dos mujeres de entre 18 y 24 años.
No está claro si eran prisioneros de guerra de otra ciudad maya que fueron sacrificados en Uxul o nobles de Uxul. Los científicos esperan dilucidar la incógnita a través de un análisis de isotopos.

jeudi 29 août 2013

Este mercado quita el aliento y abre el apetito

29 Agosto 2013
14:17
Por: 
Armando Ramírez
Patrimonio cultural de los chilangos, alacena del De Efe , capillita del gourmet y otras exquisiteces es el legendario mercado de San Juan, aposentado en el viejo barrio de san Juan Moyotla, antiguo territorio mexica, ahí en la plaza Ernesto Pugibet o plaza san Juan –como le quiera llamar. Ahí se encontraba un teocalli…
Pero no vayamos tan atrás en el tiempo, a finales del siglo XIX y parte del XX estuvo aquí la cigarrera del Buen Tono. De ahí quedan algunos viejos edificios de departamentos y la iglesia del Bueno Tono, de estilo afrancesado por el origen de don Ernesto Pugibet.
Se cuenta que el templo en un principio iba a ser un cine o teatro o algo así y terminó siendo la iglesia para los trabajadores.
Y enfrente, en la plazuela, y más allá de la calle de Ayuntamiento se erguía el tianguis de san Juan. Para que se den una idea de lo grande que eran, imagínense juntos el mercado de san Juan –el de alimentos– que está por el Salto del Agua y López, el mercado del Palacio de las Flores que se encuentra en Ernesto Pugibet y Luis Moya, el mercado de artesanías que está en Ayuntamiento y Aranda, y por supuesto el mercado gourmet que se encuentra en la calle de Ernesto Pugibet casi enfrente del edificio de Telmex y espalda con espalda de la histórica XEW.
Así de pequeñito era ese tianguis, que terminó fragmentado en estos cuatro mercados públicos en la segunda mitad del siglo XX.
He ahí el origen de este maravilloso mercado público de san Juan, en la calle de Ernesto Pugibet, que la competencia de los centros comerciales le hacen los mandados.
Aquí los chefs, cocineras, sibaritas, gourmets, periodistas, guías de turistas y estudiantes universitarios llegan en parvada. Muchos se bajan en la estación del Metrobús san Juan, cruzan el jardín y a la vuelta de la iglesia se encuentran con sus paredes pintadas de un color azul-morado que no permite visualizar la riqueza culinaria del mercado.
Aquí, si no viene a comprar puede enchichar. Y es que la forma en que se colocan las frutas que van desde la pitahaya (una de origen mítico prehispánico, porque no era tuna sino pitahaya el fruto del nopal donde se posó el aguilita del escudo nacional, según la leyenda) hasta la yaka (que es de Indonesia pero se da muy bien por Colima y Nayarit). Los comerciantes están acostumbrados a que les pregunten y dar información al visitante.
Si usted camina por el pasillo de los ingredientes chinos se encontrará locales repletos de setas, hongos y demás… tanto que el lugar parece a donde llegaba Alicia, la del País de las Maravillas, a surtir su alacena y de aquí se llevaba las zanahorias para el conejo blanco.
Y si les gusta imaginar cuál sería la dieta de los aztecas nada más acérquese a los locales donde venden gusanos de maguey (son blancos) y los gusanos que se llaman chinecuil… y está la hueva de las hormigas, que es el escamol, están los chapulines, los acociles, las tripas de pato,  las hormigas chicatanas, que son negras y gorditas, también conocidas como panteoneras, pero son voladoras (pura proteína, maestros del buen diente). Ahora que si quiere algo de más volumen está la carne de jabalí, de víbora, cocodrilo, león, venado o qué le parece un lechoncito o pescado de todos tipos, pulpo y ni le cuento, todo, todo lo que hay…
Por supuesto están los cortes de carne argentinos ahora tan comunes.
También maravillan los locales de los quesos y las baguettes con jamón serrano o del que llaman bellotero y las tapas y los quesos donde se descubre que el queso manchego de España no es como el de mexicalpan de las tunas. No, no se derrite y se come acompañado con una hogaza de pan y vino, pero si quiere probar el menú completo acérquese a los locales de las baguettes y saboreará la delicia del aceite de oliva y las carnes frías acompañados con su vasito de vino.
Y si no le basta, qué le parece si escoge un fin de semana y entonces sabrá de los antojitos exóticos y prehispánicos: tacos de escamoles, tostadas de cocodrilo, hamburguesas de carne de león que, la verdad, me supo como cualquier hamburguesa desabrida, en cambio la mixiote de jabalí es cosa de otro planeta y la tostada de cocodrilo deliciosa…
Y si tiene tiempo en el recorrido puede pasar a la cafetería del mercado público donde es excelente el café express, el vienés, el italiano o simplemente americano. Sus infusiones son buenas, pida la secreta y lo atenderán.
Digo, piérdase en estos vericuetos del Centro Histórico y no ande nada más en la calle de Madero, por favor, no sea sacatón, no busque y se tropezará con la magia del Centro Histórico.